Vespa simillima xanthoptera
El avispón asesino de abejas asiático (Vespa simillima xanthoptera) es una especie de avispa, propia del continente asiático que ataca las abejas melíferas de la especies Apis mellifera y Apis cerana.
En el caso de la abeja melífera occidental no tienen defensa alguna, mientras que Apis cerana, especie que coevolucionó en el ambiente con el avispón asesino, ha desarrollado un mecanismo de autodefensa, llamado defensa térmica: las abejas esperan el avispón, lo rodean y, llevando la temperatura a 47 °C, causan la muerte del mismo.
Estos avispones diezman en minutos una colonia completa de Apis mellifera, dado que poseen fuertes mandíbulas, con las cuales destrozan las abejas guardianas primero y luego el resto de la colonia. El botín de semejante predación son los cuadros de cría de Apis mellifera o Apis cerana cuyas larvas tienen un alto valor proteico, con los cuales los avispones alimentan a sus larvas.
Vespa mandarinia
El avispón asiático gigante, o “vespa mandarinia” en latín, es una avispa, cuyo cuerpo mide 5 cm de largo, y cuya envergadura de alas, es de 7,5 cm. En ella, se combinan una gran corpulencia junto con un potente veneno capaz de disolver los tejidos. Es agresivo y a diferencia del abejorro, no tolera la cautividad. Además de todo lo dicho, dispone de un magnífico arsenal: unas mandíbulas potentes, armaduras protectoras y pinzas tarsales para sujetar a la víctima.
Incursionan en nuestro mundo, concretamente en Nagano, donde han muerto muchas personas a causa de los avispones. Su veneno es muy potente, y su picadura muy dolorosa.
Cuando el nido está en el cénit, y la población es máxima, las obreras buscan fuentes más grandes de energía. Antes las cazadoras actuaban en solitario, pero ahora no dudan en atacar en manada.
Cuando llega la avanzadilla, el avispón explorador, las abejas le invitan a entrar al nido. Él entra para marcarlo con su feromona, porque así es como está visible olorosamente a sus congéneres. Las abejas, entonces, balancean sus abdómenes para comunicarse la estrategia, aguantando hasta el último momento. Le invitan a entrar a la colmena, y de pronto, se ve rodeado por centenares de abejas, las cuales no le pican, sino que empiezan a vibrar aumentando la temperatura colectiva hasta los 47ºC. Las abejas japonesas aguantan hasta los 48ºC. El límite del avispón es 46ºC, así que el avispón explorador muere por asfixia y asado lentamente.
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